martes, diciembre 11, 2007

En desacuerdo con el "Acuerdo"


Por: Miguel Montes Camacho

Para nadie es un secreto que Colombia es un país de contrastes, en el que sólo hay ricos y pobres, nada de términos medios.

Por eso es increíble ver cómo se categoriza a los ciudadanos; están los de primera, los segunda, los de quinta y hasta los de décima.

Basta con analizar el nefasto pero famoso proyecto de “Acuerdo Humanitario”, que no es otra cosa que un insulto a la dignidad humana, en el que se truequean personas y se mercadea con ellos al mejor estilo del colectivismo primitivo.
Resulta descarado pensar en que Ingrid Betancourt, sea el símbolo del secuestro en Colombia y que sea ella la primera en la lista de espera para el intercambio de retenidos entre gobierno y FARC.

Todos y cada uno de los desdichados que hoy se pudren en las selvas de este país valen por sí mismos, por el simple hecho de ser humanos y no por sus apellidos, sus ex – empleos y mucho menos por su doble nacionalidad.

Sinceramente siento el dolor por el que pasa la familia de Ingrid y de todos aquellos Generales de siete soles que hoy están en cautiverio, pero de igual manera lamento profundamente el llanto de todas aquellas familias anónimas que desde hace 5 o 10 años no pueden tener a su lado a los policías, comerciantes, campesinos y demás compatriotas.

No es justo que nos sigamos prestando para el juego mediático que nos invita a clamar por los retenidos de primera clase, si vamos a movilizarnos que sea por todos y por igual, aunque sea muy poco lo que con marchas y pancartas podamos solucionar.

Faltan más que palabras y comerciales para rescatar la dignidad de esta nación que mientras tanto sigue desangrándose y ahogándose en su mar de lágrimas.

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